Marta Falchini es docente, historiadora, socióloga y abogada, opina sobre los dos bicentenarios, en relación a la disputa de los festejos.
Sentadas en el comedor de la casa de marta, muchos libros nos rodean y es que toda su vida son ellos, que la acompañan desde los 6 años, cuando su madre le decía que apague la luz que ya era tarde. Bajamos hacia un sótano con bibliotecas que van desde el piso hasta el techo colmado de libros de todo tipo, se define como una apasionada de la historia, y no hay mas que revisar su curriculum para corroborarlo, es historiadora antes que todo, abogada después y por último dice que se saco las ganas de ser socióloga, porque las tres van de la mano. Comenzamos hablar del bicentenario, y la conversación deriva en lo que significaron los festejos del centenario y el bicentenario, sin dudas históricos ambos, pero en circunstancias sumamente opuestas, traté de que no nos desviemos del tema, pero me resulto imposible, es tanto lo que tiene para contar que la entrevista duró algo así de tres horas.
"La naturaleza de la revolución de mayo no ofrece dudas para la historia oficial, ese día nace la patria, pues nos separamos de España iniciando nuestra vida independiente,pero, ¿porque demoramos la independencia seis años mas tarde?
Se nos hablaba de
Pero ¿porque la primera junta juro obediencia a Fernando VII?, nacimos como patria independiente a través de una revolución comandada por la elite patrica y cuyo propósito era la apertura del mercado mundial, la alianza comercial y diplomática con los ingleses y mostró desombla a semejanza de España.
La independencia del 25 de mayo, proclamaba un país independiente políticamente, pero subordinado económicamente y como semicolonia británica.
La revolución resurgía bajo otras formas en la lucha de Artigas en el litoral, Monteagudo y Miranda.
Los festejos en torno al centenario argentino, allá por el 1910, según los notables representantes presentes en los festejos daban una fachada de majestuosidad a Buenos Aires, venían delegaciones extranjeras de todas partes del mundo y una gran cuidad colmada por palacios habitados por los representantes memorables de la oligarquía terrateniente.
Entre los edificios públicos que ya existían se encontraban: El Congreso de
Esta fachada era solo en un sector de la sociedad, exclusivo del centro comercial y financiero, otra era la realidad en los conventillos (clase trabajadora, hacinados y sin servicios (inmigrantes)).
Económicamente crecía en proporción espectaculares por el comercio exterior, la oligarquía tomo a la patria con beneficios netamente personales. Se explotaban productos agrarios y carnes congeladas, los ferrocarriles transportaban la producción.
La clase dirigente era la heredera de la generación del 80´".
A diferencia del centenario, el bicentenario.
Marta expresa una gran alegría cuando nos ponemos hablar del bicentenario, y me exige que lo exprese en la nota.
"Cada presente resignifica el pasado, de acuerdo a las circunstancias.
La última parte del siglo XX teníamos un país dominado por el neoliberalismo, una especie de imaginario cultural de fantasía, de primer mundo, consumismo, un nuevo estilo de vida, basado en las privatizaciones, el uno a uno, un De
Era un país gobernado por liberales esposados por la generación del ’80, libertad del mercado, mundo unipolar.
Pero hoy, hay un aire freso y revitalizador.
La actualidad argentina es acompañada por otra circunstancia continental. Desde Bolivia, Ecuador, Paraguay, Venezuela y Brasil, el bicentenario busca reencontrarse con los ideales emancipantes que significan no sólo independencia sino también mayor equidad y justicia para los más débiles. La actualidad significa igualdad y soberanía que era el pensamiento de Bolivar, San Martín y Artigas.
Nuestro 25 de mayo no puede compararse con aquel de hace 200 años.
Hoy la realidad es mucho mejor, hay un sentido nuevo y revitalizador. Hay igualdad social, calidad institucional, redistribución de la riqueza, ley de medios, estatización de las AFJP, Fútbol para Todos, asignación universal.
Dos sociedades donde una festejaba la reinauguración del Teatro Colón, y la otra en la calle festejando el Bicentenario argentino significando la reaparición del pueblo.
El pueblo rescata la política y la vuelve a poner en el centro de la escena democrática, dar la batalla por la redistribución, refundación del Estado, reparación de las injusticias del pasado, y asumir un construir sudamericano.
Testigos de días luminosos, somos actores de la historia junto a los patriotas latinoamericanos como el Che, Tupac Amaru, Artigas, San Martín, Zapata, Evita.
Este bicentenario está en el pueblo que busca libertad, justicia, igualdad, fraternidad y solidaridad.
Después de hablar largo y tendido llegamos a la conclusión de que las disputa sobre si es el 25 de mayo o el 9 de julio resulta insignificante , cree que uno es consecuencia del otro, y no hay independencia sin un 25 de mayo, ni un 9 de julio, "es un proceso, como todo lo importante de la historia, nada sucede de una día al otro, comienza en 1810 e intenta culminar en 1816 y digo intenta porque nos eramos libres todavía faltaba mucho por recorrer, ni siquiera 100 años después las cosas habían cambiado, es mas te diría que era una independencia vacía".
Al finalizar dice que "seguramente nos falta mucho, pero hemos avanzado demasiado, y en lo que a mi respecta, estamos por el mejor camino".
Agostina Marinaro


