GRUPO III: Una lluvia de estrellas de colores

lunes, 14 de junio de 2010

Una lluvia de estrellas de colores

Gran cantidad de fuegos artificiales sorprendieron a los rosarinos la noche del 25 de Mayo. Fue un show que duró casi media hora y donde los aplausos no se dejaron de sentir. Ver más

1 comentario:

Redacción 222 de agosto de 2010 a las 5:00
Trabajar con más testimonios, es un acto público y la gente es protagonista. Por ello no se puede dejar de escuchar sus comentarios.
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INDEPENDENCIA NO SIGNIFICA CAMBIAR DE DUEÑO

Si hay algo que me molesta de este país es el optimismo. Hay una frase muy famosa que dice: “No todos los optimistas son pelotudos, pero si todos los pelotudos son optimistas”. Sublime. No hay mejor explicación que esta. El optimismo es el opio del pueblo, emulando aquella frase de Karl Marx, aunque modificándole la segunda palabra.

Tomar al 25 de mayo de 1810 como una revolución, discúlpeme los agravios, es al menos un pensamiento optimista. Y pelotudo. El oportunismo típico del argentino dio el puntapié inicial en esa fecha. Aprovecharon el avance napoleónico en la península Ibérica y la posterior detención del Rey Fernando VII, más el debilitamiento del Virrey de la Confederación, para hacerse los machos y pisotear al arrodillado enemigo. ¿Por qué no nos hicimos los malos antes?

Encima, con el rival destruido en todas sus líneas, firmamos un “contrato” rindiéndole pleitesía a un preso. Nos haríamos los independientes hasta que al bueno de Napoleón Bonaparte se le ocurra dejar en libertad a nuestro Rey favorito. Por lo tanto, el 25 de mayo de 1810 no nos independizamos ni mucho menos.

Sin embargo, hay algunos que se piensan pesimistas y dicen que la independencia se logró el 9 de julio de 1816. ¿De qué independencia me habla señor? Desde ese momento, nos cansamos de entregarnos sobre los intereses de la isla del norte. Si, usted entiende bien. Desde ese año, y te diría que hasta la actualidad. Aquellas Invasiones Inglesas se frustraron, pero triunfaron con la invasión económica tan solo 10 años después.

El poder político era nuestro, pero de qué sirve si el control económico lo maneja otro nos preguntamos. Desde Rivadavia hasta los Kirchner, la guita argentina la manejaron desde afuera. Salvo breves excepciones a mediados del Siglo XX.

Entonces, ¿qué independencia festejamos? En una sociedad en donde reina el hambre, la desocupación, la falta de educación y de cultura, nos siguen controlando desde el norte de América o desde el viejo continente. Y cada vez que queremos asomar un poco la cabeza, aparecen 3 o 4 atorrantes a hundirnos nuevamente en la miseria.

Guillermina Pagano